sábado, 7 de marzo de 2009

Qué tan lejos

Todavía lo recuerdo, día de sol en Quito, casí el fin de mis vacaciones, un día normal como cualquier otro, yo tonteaba con mi novia mientras íbamos camino de los Multicines. Lo del día normal... no creo que es la expresión correcta; ya que, fué el día en que me enteré que iba a ser padre, sí como lo oyen PADRE, una palabra que en ese momento me venía gigante, y más aún si tomamos en cuenta que acababa de cumplir dieciocho años.
Bueno que no me desvíe de lo que quería contar, entrabamos al cine y entre varias ofertas que se ofrecían en cartelera, no me fijé en ninguna otra que en Qué tan lejos. Además el cartel no era muy espectacular ni mucho menos, ponía "Una película de Tania Hermida", los actores tampoco eran de renombre Cecilia Vallejo, Tania Martínez, Pancho Aguirre, Fausto Miño, la frase, con la que todas las pelis se intentan vender, tampoco era impresionante: "El camino más corto entre dos personas nunca es una línea recta". Y yo pensé, a lo mejor es un tostón, pero en fin, para una peli ecuatoriana que sacan, porque no verla. Y sin consultarlo con nadie compré: dos entradas para Qué tan lejos, palomitas (canguil en mi pais), refrescos, nachos y chocolate.
Entramos al cine todo oscuro, la sala llena (a pesar de ser una pelicula ecuatoriana). Empiezan a salir trailers de pelis taquilleras y después de varios trailers ¡Por fin! empieza la peli.
Los 92 minutos que dura le película, lo pasamos entre risas, lagrimas (mi novia se da por entendido), comida, algun que otro "piquito". Y al final salimos con una sensación agradable, no sabemos si era el chocolate que lo dejamos para el final o si en verdad esta peli es capaz de hacerte sentir un poco mejor dentro de la cotidianidad de la vida.
Esta es mi crítica de este largometraje, producido integramente en Ecuador, un film sudamericano que sale un poco del tópico de las favelas, barrios marginales y pobreza, adentrandose en el terreno emocional de los "patriotas ecuatorianos" y de como se ve y se trata al turista (lease emigrante) que a su vez intenta descifrar la personalidad de un pais, personalidad que no se muestra en ninguna postal:

Tania Hermida ahonda en los sentimientos de personajes antagónicos, que se complementan entre si. Las dos protagonistas son un mundo cada una. Tenemos por un lado a Esperanza que representa la alegría de vivir, de conocer, exagerando un poco sus emociones ante las novedades, ingenua en muchos momentos, buscando el pais que ella conoce por postales, fotos y demás. Por otro lado esta Tristeza (Teresa) una joven callada, reservada, impulsiva, enamorada, cansada de una situación política que no parece mostrarse del todo. Ambas cuentan con un nexo de unión llamado Jesús, un hombre mayor, liberal, deshinibido.
Estos personajes, inmersos en una "road movie" a la ecuatoriana, recorren paisajes infinitamente naturales y exaltantes a la vista. Nos sumergen en este recorrido con diálogos que van desde lo deprimente hacia lo hilarante, la directora y guionista hace un diálogo consistente con mensajes cortos pero consisos, aunque a veces cae en la trampa de encasillar expresiones vulgares en cada personaje como "tía" o "cachas". También toca un tema tan delicado como la aceptación entre culturas diferentes, no sin razón se nos hace mas familiar y común que un ecuatoriano sea el que luche por entender la otra cultura y no como ocurre en el film que la española trata de hacerlo.
En cuanto a las actuaciones una más que destacada actuación de Pancho Aguirre, sin restar meritos a Cecilia Vallejo ni a Tania Martinez.
La banda sonora es sencillamente conmovedora, un placer auditivo para acompañar al visual.
Que más puedo decir, aparte de incitar a que se vea esta vitalizante fábula.

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